Las empresas más poderosas al parecer tienen intenciones de sustituir cada vez más puestos de trabajo con robots, una estrategia que puede tener dos razones, operaciones más baratas y aumento de la productividad.
La primera razón tendría que ver con el hecho de que una máquina que tenga inteligencia artificial o no, podrá ejecutar tareas rutinarias o incluso algunas de mayor importancia sin cobrar un salario, obtener permisos, vacaciones, ausencias por enfermedad… todo lo que puede significar al término de una gestión mayores gastos, un robot está siempre disponible para hacer todas las tareas sin ninguno de los beneficios anteriores.La segunda razón es una consecuencia de todo lo anterior: al no tener descansos de ningún tipo, ni vacaciones, ni permisos, un robot es más productivo, sumado a la capacidad de producción mayor a la de un humano promedio.
Todo esto, de acuerdo con un informe de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, podría afectar en las naciones más ricas y a dos tercios de los puestos de trabajo que están ubicados en países en vía de desarrollo, movilizando las fábricas a países industrializados ya que no requieren mayor inversión en personal.
Ford es un ejemplo de lo que está sucediendo con la incorporación de robots en las industrias, ciertamente han insistido en que la incorporación de los desarrollos de Kuka Robotics no son más que un apoyo para el equipo humano, pero lo cierto es que en estos momentos hay brazos robóticos en la fábrica de Colonia, en Alemania, ensamblando coches como uno más del equipo, lo que sin duda en el futuro tendría repercusiones en una posible reducción de la nómina.
Anteriormente BMW ya había dado el salto. La empresa fabricante de coches había incorporado los robots UniMate desde 2014, bajo la misma dinámica, acompañar las labores del equipo humano, pero va más allá porque funcionan como uno más en la línea de ensamblaje sin establecer separaciones entre el hombre y la máquina. Es posible que en el futuro comiencen los reemplazos.
